Dejarlo salir

Cuando pienso en las calles sonrió, pienso en los espacios que son mi escape, algo para mi sola, la estación del bus, la caminata sin rumbo, los instantes para respirar cerca de un árbol, diría que son los espacios que me permiten “SER”, en el sentido pleno de esta hermosa palabra, el hecho de vivir, respirar, observar y sentir, escuchar y a veces no pensar.

 

La calle me obsesiona un poco, no soy una mujer de encierro… de un solo lugar, soy un alma que no puede encapsularse, porque simplemente le pertenezco al mundo.

 

A veces es peligroso, ese gusto por los espacios de afuera, la gente siempre ha dicho: Cuidado al caminar sola, cuidado con vestirte de tal forma, y yo que siempre he sido rebelde me vestía como quería, sin pensar en que luego eso sería un problema.

 

En ocasiones me he vestido con ganas de ser observada, pero solo por quienes deseo, a quienes les hago esa invitación, y en cambio me he encontrado en momentos en los que no me visto para desear y recibo ofensas.

 

Me grita, me dicen “que rico mami”, me silban, me pitan, incluso cuando me escudo en ropa no muy femenina… A veces me pregunto si es mi culpa porque alguna ropa me queda mas ajustada, pero luego caigo en cuenta de que no lo es.

 

Es muy mierda ser una mujer libre en una cultura machista, según algunos es como si llamáramos de forma desesperada a que nos violaran, pero no entiendo que les pasa… ¿ Cómo se les ocurre que queremos ser violentadas?

 

He salido a caminar sola en ocasiones y muchos se han aprovechado de este nuevo anonimato que es el tapabocas, hecho a la medida para personas sucias que desean acosar e intimidar a las mujeres en la calle, estos comienzan a silbar y yo solo camino más rápido, en ocasiones hasta corro, porque les tengo miedo, un miedo genuino e infundado, le tengo miedo a que algo me pase y luego no me crean, le tengo miedo a que me juzguen y que luego alguien a quien ame no pueda amarme porque me ensuciaron, me ensucio la cultura o yo no poder amar, porque … Seamos sinceros ¿Quién confía luego de que los espacios que habita día a día la traicionan?

 

Yo no se que sentir, o bueno, si lo sé, siento rabia profunda, por la cultura, porque nos juzguen por las faldas cortas o los escotes pronunciados, porque otras mujeres nos miran de arriba a abajo y luego al ser testigos de que nos intimidan no hagan nada, porque según ellas lo buscamos.